miércoles, 25 de noviembre de 2009

Bebiendo de tus ojos

Ojos cristalinos

Llenos de aquél vino venenoso

Que no son sin más el reflejo del crepúsculo

Bebes de ellos sin preguntar por qué

Cuenta no te das, te embriagas lentamente y no sacias tu corazón

Pulsaciones que llegan a tu sangre

Sintiendo el alcohol emanar por tu piel

Creyendo alucinar pero adormecido solo estás

Veneno cegador

Veneno que no deja siquiera cargar con tu peso

Te sientes tan débil que quizás no logras ni ver

Tu imagen en el espejo al amanecer

Contraposiciones entre el sol y la luna

La luz y la oscuridad

Y tú aún en tu mundo sumergido estás

¿Qué tienen esos ojos?

Te preguntarás

Intentas respuestas hallar observando que te ofuscas más

Nebuloso está tu camino a decir verdad

No puedes ver más allá

Pero sigues buscando una respuesta a tanta incongruencia

Negros y profundos

Intensos y llenos de brillo

Es lo único que puedes tú recordar

De aquella penumbra en la que no buscaste estar

De aquellos instantes aturdidores

Carencias rememoras.