martes, 29 de septiembre de 2009

Un primero, que no se cómo llamar...



Observando la naturaleza y contemplando su puridad

Me doy cuenta que solo soy un ser frágil dentro de un mundo no paralelo a mi

Concorde a lo que vivo, siento, pienso y creo nada se asemeja

¿Tan imposible es vislumbrar aquella pasividad en mi ente?

Aquella que solo en el aire de la naturaleza misma se puede percibir

Como rocío matutinal pido sobre mi algo de tranquilidad

Por no poder más, por no ir contra la corriente

Y por querer andar en la misma la misma senda

No quiero más atajos, quiero el camino libre y despejado

Sin brumas a mi alrededor ofuscando mi paso

Sin piedras en mi camino obstaculizando mi andar

¿Es que acaso vivo para pensar, o para implorar?

La noche, esta noche que todo de mí lo sabe

Mis preciado sentir ella conoce

Lo más triste es que su opinión en esto no puede dar

Mi solitario consuelo quedará

Recomendaciones a mi misma solo obsequiar

Para tratar de hallar la respuesta al destino

Que se cola en mi camino y sin dejar su pasar

Una luna que me ve, que me oye, que lee mis pensamientos

A ella le pido a mí brindar la claridad que necesito para poder distinguir entre el bien y el mal

Escoger el camino que me perturba, aquél más adecuado para mí.



Bueno no me queda mucho por decir, solo quería publicar algo que escribí hace ya un par de semanas, o quizás un poco más. El caso es que no se cuales serán sus pensamientos de acuerdo a lo que allí planteo, es más que todo parte de mí. A veces es más que difícil intentar que la vida te ofrezca lo que deseas, una paz que te ayude a seguir el camino, libertad? Hay ocasiones que nos sentimos tan aislados que ni los consejos ni las compañías nos hacen estar mejor, otras que lo que nos pasa no sabemos a quién contárselo, ni mucho menos conseguimos quién nos entienda. Que camino debo seguir? una de las cosas que en variadas oportunidades, como humanos, nos preguntamos. Insólitamente nos volvemos a preguntar como hallarle solución a esto y a tantas emociones que somos capaces de sentir, y unas que otras veces reprimirnos ante los demás. Si cierto, muchas veces el corazón es más que delator, y ocultar esas emociones resulta un conflicto interno. Quizás se pregunten ¿Por qué hablar de naturaleza al inicio? Pues quién mejor que ella para brindarnos claridad, o quién mejor que ella para sentirnos más alivianados, solo con aire fresco ya tenemos. No me considero buena escribiendo pero me encanta hacerlo porque representa parte de mí, y porque es mi forma de expresar lo que llevo dentro. Espero les guste.